La isla Española
es una pero está dividida en dos partes. La parte oriental que se llama República
Dominicana y la parte occidental que se llama Republica de Haití.
Ambas naciones
poseen creencias, lengua y cultura totalmente diferentes por lo que una unión
política resulta imposible. También está de por medio los odios y
resentimientos históricos entre ambos países.
La isla no es,
ni será indivisible, aunque naciones poderosas como Estados Unidos, Francia y Canadá
pretendan la unificación.
Sus espacios geográficos
han sido delimitados desde 1777 por el Tratado de Aranjuez.
Resulta que el día 5 de diciembre del 1492, Cristóbal Colón llega y
toma posesión de la isla de Haití o Babeque, llamada así por los aborígenes, y
Colón la llamó La Española.
A partir de ese momento, comienza el dominio español en
nuestra isla que se extendió por más de tres siglos.
Luego, doscientos
(200) años después, exactamente El 20 de septiembre de
1697, mediante el tratado de Ryswick, celebrado entre España, Francia, Holanda
y Alemania, la parte occidental de la isla Española fue cedida a Francia y tomó
el nombre de Saint Domingue.
A partir de esta fecha, la isla Española quedó dividida
entre dos grandes potencias: la colonia francesa en la parte occidental y la
colonia española en la parte oriental.
Los franceses, tras la ocupación del territorio
occidental de la isla, extendieron los límites a su antojo, provocando toda
clase de conflictos entre las autoridades de las dos colonias en Santo Domingo,
situación que se prolongó durante largo tiempo, hasta culminar en la imperiosa
necesidad del establecimiento de límites territoriales.
El 3 de junio de 1777, en la Villa de Aranjuez, de la
Provincia de Madrid, se firmó entre España y Francia un acuerdo mediante el
cual se delimitó la frontera entre los territorios coloniales de la isla. Dicho
acuerdo fue firmado por José Moñino, Conde de Floridablanca, en representación
del Rey de España, y por el Rey de Francia intervino el Marqués de Ossún.
Con el Tratado de Aranjuez, Francia aseguró su posesión
en la parte occidental de Santo Domingo.
Los límites que se establecieron en el Tratado de
Aranjuez fueron los siguientes:
"Procediendo al
cumplimiento del referido Tratado, empieza la línea de Demarcación de Límites
en la Costa del Norte de esta isla y boca del río Pedernales o Riviere des
Anses a Pitre, en cuyas orillas se han colocado las Pirámides que figura en el
plano con las inscripciones de France-España, gravadas en piedra, y puestos los
números extremos 1; 221: Todos los más se manifiestan claramente en el Plano
según su colocación. Se presupone, y entiende por derecha o izquierda de la
Línea de la de los comisarios en su marcha, y en los ríos, y arroyos, la de su
corriente saliendo de su origen..." (Citado del historiador Antonio Del
Monte y Tejada, de su libro: "Historia de Santo Domingo", Tomo III.
Tercera Edición, Biblioteca Dominicana; Serie I, vol. III, Ciudad Trujillo,
República Dominicana, 1953, página 93).
La primera Constitución
dominicana, proclamada el 6 de Noviembre de 1844 estableció en su artículo 3
que “los límites de la República Dominicana son los mismos que en 1793 la
dividían por el lado del Occidente de la parte Francesa, y estos límites quedan
definitivamente fijados”
El 9 de enero de 1929, se modificó el artículo 3 de la Constitución de 1927 para permitir el tratado de límites territorial con Haití.
El texto modificado, se lee del siguiente modo:
“El territorio de la República incluso el de sus Islas Adyacentes es y
será inalienable. Sus límites que comprenden todo lo que antes se llamaba Parte
Española de la Isla
de Santo Domingo y las Islas Adyacentes, son, por lo tanto, por el lado de
occidente, los mismos que en virtud del Tratado de Aranjuez de 1777 lo dividían
en 1793 de la parte francesa. Solamente por ese lado podrán ser objeto de
modificaciones siempre que ellas sean legalmente establecidas por medio de un
Tratado con la República
de Haití, debidamente aprobado por el Congreso o por medio de un juicio
arbitral, cuyo protocolo de compromiso sea aprobado por el Congreso y cuya
sentencia esté exenta de todo vicio de nulidad reconocido por el Derecho Internacional”.
El 21 de enero de 1929, en la ciudad de Santo Domingo, se
suscribió el Tratado de Delimitación Fronteriza, entre Haití y la República Dominicana,
el cual fue ratificado por los Congresos de ambas naciones.
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