Nabucodonosor tuvo un sueño que olvidó completamente, pero que le causó una gran impresión y estaba perturbado.
Luego de llamar a sus sabios y adivinos para que le recordaran el sueño, emitió un decreto en el cual mandaba a matar a todos los consejeros del reino por su ineptitud de no poder recordarle su sueño.
Cuando Daniel supo la noticia pidió al rey tiempo para mostrarle la revelación.
Dios reveló a Daniel el complejo sueño de Nabucodonosor.
Daniel le dice: “Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó”. (Daniel 2:31-34).
¿Cuál es el significado?
Daniel explica el sueño con todo detalle.
Comenzando con la cabeza de la estatua, cada uno de los metales sucesivos representa un imperio sucesivo. La cabeza de oro representa a Nabucodonosor y su imperio babilónico. “Tú eres la cabeza de oro”, dijo Daniel (Daniel 2:38) El poderoso imperio de Babilonia duró desde 605 a. C., aproximadamente, hasta 539 a. C., cuando la ciudad fue demolida por el general persa Ciro.
El imperio Medo-Persa gobernó entonces desde 539 a. C. hasta 331 a. C., cuando los persas fueron vencidos por Alejandro Magno y los griegos, representados por el vientre y los muslos de bronce. Sin embargo, en 168 a. C., el imperio griego fue a su vez aplastado por los romanos, representados en el sueño de Nabucodonosor por las piernas de hierro.
Los romanos fueron el poder dominante en el mundo hasta 476 d. C. cuando las tribus bárbaras del Oeste de Europa y el Norte de Africa los pusieron finalmente de rodillas. El Imperio Romano de Occidente se desintegró formando diez divisiones, que están representadas por los pies y los diez dedos de la imagen. (Daniel usa los dedos para describir a un reino de hierro que fue dividido (Daniel 2: 41). Ante la imagen de apariencia humana, de metales en valor decreciente, que se apoyaba en unos frágiles pies de barro mezclado con hierro, aparece repentinamente una piedra no cortada con manos humanas que la destruye.
El hecho de que la piedra no fue cortada con manos humanas demuestra su origen divino. Esta piedra cortada del monte representa el advenimiento de Cristo como mesías, quien reinará como Rey de reyes y Señor de señores, aseguran los abanderados de los pactos y las dispensaciones.
Los expertos escatológicos señalan que los metales en la estatua van decreciendo en calidad y valor, lo que nos enseña que no hay progreso como el hombre supone, sino que todo irá de mal en peor, hasta que finalmente la piedra que hiere los reinos representados por el barro y el hierro en los pies de la estatua da lugar a un reino que no tendrá fin.
Efectivamente, en los días de la alianza de las diez naciones que conformarán el antiguo imperio romano, “el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos esos reinos, pero él permanecerá para siempre”.
Surgirá un reino nuevo, el milenial, con el Rey de reyes y Señor de señores. Esto ocurrirá al final de la gran tribulación, cuando se lleve a cabo la batalla de Armagedón, descrita en apocalipsis 19. El Señor Jesús desciende a defender al pueblo de Israel en el día de la confrontación final, donde las naciones se reúnen en el valle de Josafat (o valle de Armagedón) con la finalidad de destruir al pueblo judío.
Algunos intérpretes dicen que la piedra hirió a la imagen durante el nacimiento de Cristo.
Muchos creen que en ciertos eventos y hechos trascendentales de la historia la imagen ya fue herida. Por ejemplo, cuando Jerusalén fue destruida por el imperio romano y los judíos fueron dispersados.
Otros aseguran que sucedió cuando Constantino emitió el edicto proclamando el cristianismo como religión oficial del imperio romano. Y otros dicen que sucedió con la reforma protestante de Martin Lutero.
Los teólogos dispensacionalistas señalan que la piedra herirá a las naciones que estén reinando conjuntamente con el anticristo en aquellos días. Este evento ocurrirá al final del reinado del hombre infernal, conocido como el anticristo.
Según lo expertos en profecía, los diez dedos de la imagen simbolizan el tiempo final de los gentiles, representado por diez naciones.
En ese tiempo será cuando la piedra no cortada por manos humanas destruye al anticristo y a todos sus subordinados.
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