Asesino, viene del árabe ‘hashashin’, que significa adicto al hachís.
En el tiempo de las cruzadas había una secta practicante del ismailismo en Irán, muy temida tanto por los cristianos como por los propios musulmanes, llamada ‘hashshashiyyín’ cuyo líder se llamaba Hassan Al Sabbah, conocido como "El viejo de la montaña", y se dedicaban al asesinato selectivo de militares y dirigentes políticos, creando la leyenda de que nadie podía escapárseles.
Según el mito, a los iniciados de la secta ‘hashshashiyyín’ se les drogaba con hachís hasta perder la consciencia y se les despertaba en el ‘jardín del paraíso’, donde durante unas horas podían satisfacer sus deseos carnales con bellas mujeres. Luego se les volvía a drogar y cuando volvían a la realidad se les decía que debían cumplir con las órdenes que se les daban para que pudieran alcanzar el paraíso.
La influencia de “El viejo de la montaña” era tal que solo bastaba una orden suya para que sus miembros se quitaran la vida, popularizando también la leyenda de los asesinos suicidas.
De ‘hashashin’ viene la palabra inglesa assassin y la nuestra asesino.
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