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Al final, todo es nada...

Si tienes nada, qué te pueden quitar? Nada. Si estás muerto, qué te puede doler? Nada. Cuando mueras, que te llevas? Nada. Al final, todo es nada. Después de la muerte viviremos por un tiempo en la mente de los seres que nos aman, pero poco a poco nos iremos desvaneciendo de sus recuerdos, hasta quedar absolutamente en la nada.

Soy un leproso agradecido

Sí, como lees, soy un leproso agradecido porque he sido curado de las llagas del alma. Jesús sanó diez leprosos, los cuales, regocijados por su milagro, se fueron a dar las buenas nuevas. Pero solo uno se devolvió para agradecer a Jesús. Me he devuelto de entre la multitud para agradecer, como lo hizo el leproso aquél. Jesús enseñó que debemos ser agradecidos. Agradezco porque estoy vivo, puedo ver, puedo caminar, puedo sentir, puedo percibir olores, puedo amar y estar en relación con mi prójimo. Agradezco porque tengo y puedo hacer tantas cosas... Y sobretodo, agradezco a Dios por mi mayor riqueza: mis hijos a quienes amo con amor inalterable. Sí, soy un leproso agradecido. Qué te parece, Toño?

Sin reticencias...

Y fui deslizándome lentamente por todo tu cuerpo, recorriendo y hurgando cada intersticio de placer, hasta que toqué tu alma, y fue en ese mágico instante cuando te entregaste toda y comenzaste a amarme sin reservas, sin miedos, sin prisas, y sin reticencias

El ángel que me liberta

José, hijo de Jacob, presentó sus hijos Efraín y Manasés a su anciano padre. Jacob, en el ocaso de su vida, los bendijo, diciendo: "el Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes" Yo, al igual que el patriarca, tengo la firme convicción de que tengo un ángel que me acompaña desde mi juventud y me liberta de todo mal

Tengo la vida, lo tengo todo

Ella, queriendo humillarme, me dijo:  Tú no tienes nada. Yo, sin inmutarme,  le respondí: te equivocas, tengo la vida, así es que lo tengo todo. Los bienes materiales son añadiduras que se consiguen, son cosas accesorias. Estar vivo y en armonía con el infinito lo es todo, es la verdadera riqueza. Al final, cuando baje el telón, en el último acto, te darás cuenta que solo te llevas la vida que te ha sido otorgada y los actos de amor que hayas realizado. "Vanidad de vanidades, todo es vanidad, dijo el predicador". Qué te parece, Toño?

Libre al viento

Al arrojar todo lastre, mi alma se aligera, y cuando suelto las amarras puedo navegar sutilmente hacia un océano de inmensa  paz... Libre al viento, sintiéndome leve y etéreo, flotando en un universo de posibilidades infinitas...

La visión no tiene precio

La vista es uno de mis bienes más preciado. Sería angustioso no volver a ver el crepúsculo con sus atardeceres románticos, vistiendo de color el encuentro del día con la noche... Sería agobiante no poder admirar la luz de la aurora, que desde el alba va pintando el amanecer... Sería doloroso no poder contemplar los mágicos y arqueados colores del arcoiris... Sería desesperante no poder presenciar el cielo estrellado en las noches de estío... Sería un tormento que mis ojos no vuelvan a mirar el mar, el inmenso mar con sus vaivenes, con sus mitos y leyendas... Sería trágico no volver a observar los pajarillos revoloteando en las ramas de los árboles en una esplendorosa mañana de primavera... Sería abrumador y frustrante no poder mirar mi imagen en el espejo... Agradezco a Dios y a la vida que puedo ver tantas bellezas y maravillas.