El profeta Habacuc, cuestionó a Dios de por qué callaba cuando miraba al impío destruir al justo.
No solo se quejó sino que se mantuvo firme, velando hasta recibir la respuesta.
Dios le contestó y le mostró una visión donde le mostraba que El tiene el control del universo y que pronto llegará el juicio divino; y le dijo que en los tiempos del fin “el justo por la fe vivirá”.
Cuando el profeta recibió y entendió la visión, su alma prorrumpió en un canto de júbilo y esperanza:
“Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya fruto,
Aunque faltare el producto del olivo,
y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me alegraré y me gozaré
en el Dios de mi salvación”.
En estos tiempos tumultosos, cuando todo parece que está perdido y que la fe languidece y la esperanza se muere, Dios te dice:
EL JUSTO POR LA FE VIVIRA
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