Al evocar tu recuerdo llegan a mi memoria nuestros momentos idílicos, las citas de amor furtivas, encuentros memorables de amor apasionado, de entrega sin límites, sin barreras, sin fronteras. Evoco tu recuerdo y llegan hasta mi los efluvios efervescentes de tu amor sin tregua, que fluyeron placenteramente por cada surco de mi alma. Nunca olvidaré el día que me entregaste tú virgínea candidez y yo te entregué todo, entregué mi primera vez y los instantes de amor más intensos de mi vida. Evoco tu recuerdo y todavía te siento, intensa y atrevida. Te quedaste en mis adentros y dejaste un gusto a mujer en mi boca.
José Núñez Grullón