Acta Institucional de 1965
Luego del golpe de estado militar del 25 de septiembre
de 1963, se constituyó de inmediato, un poder ejecutivo colegiado, auspiciado
por los grupos sociales y económicos que fueron desplazados del poder en las
elecciones de diciembre de 1962. A este poder ejecutivo colegiado se le
denominó Triunvirato, presidido por Emilio de los Santos e integrado por Ramón Tapia Espinal y Manuel
Tavarez Espaillat, representantes de la oligarquía neotrujillista que
sustituyeron la primera experiencia democrática dominicana después de treinta
años de dictadura.
El 29 de noviembre de 1964 la Agrupación Política 14
de Junio se levantó en armas en las montañas de la Cordillera Central,
declarando la guerra abierta contre el régimen del Triunvirato.
El 21 de
diciembre, el Dr. Manuel Aurelio Tavarez Justo, líder de los insurrectos, es
capturado y fusilado en la sección Las Manaclas. Este acontecimiento provocó
una gran indignación popular y la renuncia de Emilio de los Santos, Presidente
del Triunvirato, el cual fue sustituido por el Dr. Donald Reid Cabral.
El cuartelazo militar que terminó con el gobierno
democrático del Profesor Juan Bosch, dividió las fuerzas armadas del país, ya
que la mayoría de los jóvenes oficiales nunca estuvieron de acuerdo con este
hecho de fuerza que interrumpió la naciente democracia dominicana.
Bajo la dirección del Coronel Rafael Tomás Fernández
Domínguez, un grupo de jóvenes oficiales se comprometió a realizar actividades
conspirativas en los cuarteles, con el fin de atender el clamor popular que exigía
la vuelta a la Constitución del 63, sin elecciones.
El 24 de abril de 1965, los campamentos militares 16
de Agosto ubicado en la autopista Duarte y el 27 de Febrero en la margen
oriental de la ciudad, se rebelaron contra el gobierno presidido por el Dr.
Donald Reid Cabral, derrocándolo y reclamando el retorno a la Constitución de
1963.
El 25 de abril los militares constitucionalistas
entregaron el poder a una autoridad civil, al Dr. Rafael Molina Ureña, quien
fue designado Presidente interino. Momentos después, se anunció el
restablecimiento de la Constitución del 63 y el retorno al país del Profesor
Juan Bosch.
Los generales Elías Wessin y Wessin y Antonio Imbert
Barreras se opusieron y de inmediato comenzaron los bombardeos en la zona
constitucionalista. La guerra civil había estallado, sumiendo a los dominicanos
en una guerra fratricida.
El 27 de abril renuncia el Dr. Rafael Molina Ureña y
se asila en la embajada de Colombia. Ante la imposibilidad de su retorno, el
Profesor Juan Bosch delega sus derechos constitucionales al Coronel Caamaño. El
Congreso Nacional se reunió de emergencia y proclamó al Coronel Francisco
Alberto Caamaño Deñó como Presidente Constitucional de la República.
El 28 de abril de 1965, cuarenta mil marines norteamericanos
invadieron nuestra nación, con el pretexto de salvar vidas y bienes de los
ciudadanos norteamericanos en el país. Esta era la segunda vez que tropas
norteamericanas mancillaban la soberanía nacional. El grupo militar dirigido
por el general Elías Wessin y Wessin se vio fortalecido con la llegada de los
marines norteamericanos.
De mayo a septiembre de 1965, el país contó con dos
gobiernos: el gobierno Constitucionalista, presidido por el Coronel Francisco
Alberto Caamaño y el gobierno de Reconstrucción Nacional, dirigido por el
general Antonio Imbert Barreras.
La guerra civil se terminó con la mediación de la
Organización de Estados Americanos. Los grupos en armas acordaron renunciar y
aceptar un gobierno provisional dirigido por el Dr. Héctor García Godoy.
El 3 de septiembre de 1965 se redactó el documento
llamado Acta Institucional, mediante el cual se regiría el gobierno provisional
del Dr. Héctor García Godoy, quien tenía la misión de pacificar al país y
preparar en un término de nueve meses las elecciones generales.
Ese mismo día, el Coronel Caamaño presentaba renuncia
ante más de veinticinco mil dominicanos que acudieron a la plaza de la
Fortaleza Ozama. En una parte de su discurso dijo lo siguiente:
“Porque me dio
el pueblo el poder, al pueblo vengo a devolver lo que le pertenece.
Nunca talvez en la vida de los dominicanos se había
luchado con tanta tenacidad contra un enemigo tan superior en número y en
armas. Luchamos, sí, con bravura de leyenda, porque íbamos desbrozando con la
razón el camino de la historia.
Ante el pueblo dominicano, ante sus dignos
representantes que aquí encarnan el Honorable Congreso Nacional, renuncio como
Presidente Constitucional de la República. Dios quiera y el pueblo pueda
lograrlo, que esta sea la última vez en nuestra historia que un gobierno
legítimo tenga que abandonar el poder presionado por fuerzas nacionales o
extranjeras. Yo tengo fe en que así será”.
El Acta Institucional, firmada por el Coronel
Francisco Alberto Caamaño y el Dr. Héctor García Godoy dejó restablecidas algunas
disposiciones de la Constitución de 1962 y mantuvo en vigor “las disposiciones
contenidas en los títulos II, IV, V y VI de la Segunda Parte de la Constitución
del 29 de abril de 1963, relativa a los Poderes Legislativo y Ejecutivo”.
El Acta Institucional facultó al Presidente
Provisional a ejercer tanto la función legislativa como la ejecutiva, mientras
durara su mandato, con la excepción de que para promulgar leyes de importancia
para la nación debía contar con la aprobación de su gabinete.
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